Hasta la llegada de los vehículos y desde tiempo inmemorial los ganaderos de bravo se han visto obligados a desplazar sus vacas y sus toros, ya sea en busca de mejores pastos o de mejor clima (trashumancia) o para llevarlos a los pueblos o plazas donde iban a ser corridos (encierros), debido a las características de estos animales siempre se han ayudado de bueyes, caballos y perros para facilitar su trabajo.
Ruedolé junto con la ganadería Colomer Hermanos les ofrece poder volver hacia atrás en el tiempo y revivir en su localidad la entrada de los toros y las vacas como lo veian sus abuelos.
Para ello llevaremos a su localidad un grupo de vacas, acompañadas de bueyes y caballos, que soltaremos en un lugar lo suficiente distanciado del final del recorrido para que aquellos que quieran acercarse, ya sea a caballo, moto o en coche puedan acompañarnos y disfrutar del guiado de los animales hacia su destino.
Existe la opción de hacerlo con ganado avileño (vacas negras muy similares a las bravas pero con la particularidad de que no embisten) o bravo, la diferencia es que con el ganado avileño nos evitamos gran parte de los permisos y vallado del recorrido.